“Doblete” de terremotos: el caso de Turquía y Siria desconcierta a expertos, cuentan más de 7,000 muertos

Unas 8,000 personas han sido rescatadas en Turquía de entre los escombros de los miles de edificios que se desmoronaron en los dos fuertes temblores

Al menos 7,200 personas han muerto y más de 30,570 han resultado heridas en la serie de devastadores terremotos que han sacudido el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria, y que ha dejado miles de edificios derruidos en los que se sigue buscando a supervivientes en medio de bajas temperaturas.

En Turquía, donde tuvieron su epicentro los temblores de magnitud 7,7 y 7,6, el recuento oficial habla ya de 5,434 muertos y 31,777 heridos, según el ministro de Sanidad, Fahrettin Koca.

Hasta el momento, se han contabilizado 435 réplicas de menor intensidad en las zonas afectadas en las que trabajan más de 60,000 personas en tareas de rescate y desescombro, en un dispositivo que cuenta con más de cien aviones y helicópteros desplegados.

Asimismo, el sismo ha dejado un total de 5,775 edificios derruidos. Las réplicas y las bajas temperaturas complican las tareas de rescate y reducen las posibilidades de encontrar supervivientes a medida que pasan las horas.

En Siria, inmersa en una guerra civil desde hace más de una década, la información sobre víctimas proviene, por un lado, del Gobierno de Bachar al Asad y, por otro, del último enclave del país controlado por la oposición, rodeado por fuerzas gubernamentales apoyadas por Rusia.

El recuento total señala que en este país han muerto 1,832 personas y otras 3,849 han resultado heridas.

Pese a que ya han pasado más de 30 horas desde el primer seísmo, durante la mañana del martes se ha seguido localizando a personas con vida en varias de las diez provincias del sureste turco más afectadas por el desastre.

Unas 8,000 personas han sido rescatadas en Turquía de entre los escombros de los miles de edificios que se desmoronaron en los dos fuertes temblores.

En Turquía, el Gobierno ha informado de que unas 60,000 personas están colaborando en las tareas de rescate y, además, más de 2,700 rescatistas de 65 países han llegado o van de camino a las zonas más afectadas.

Las autoridades turcas han logrado realojar en edificios públicos a unas 380,000 personas, y ha organizado el traslado de heridos por vía aérea y mediante barcos a otras provincias.

Además, se ha iniciado la evacuación controlada de las provincias afectadas, donde viven unos 13 millones de personas. Según Afad, la agencia de emergencias de Turquía, la zona afectada tiene unos 110.000 kilómetros cuadrados.

El Gobierno turco ha declarado tres meses de estado de emergencia en las diez provincias afectadas el lunes por los dos fuertes terremotos.

Foto: BBC

Así lo anunció el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien señaló que se destinarán 5,000 millones de euros (5,300 millones de dólares) en ayuda de emergencia para esas regiones.

El jefe del Estado decretó ayer siete días de luto nacional, y se han cerrado durante una semana los colegios en las provincias afectadas. Además, se han suspendido hasta nuevo aviso todas las competiciones deportivas.

Erdogan señaló que los terremotos se encuadran dentro de un fenómeno denominado “triggering”, en el que un sismo va desencadenado el siguiente.

Erdogan afirmó que este desastre no es sólo uno de los más graves en la historia de Turquía, sino a nivel global.

Mientras, en Siria han llegado dos aviones iraquíes, uno iraní, uno argelino y uno ruso cargados de suministros para los afectados por el seísmo, los primeros envíos de ayuda internacional recibidos por el Gobierno sirio para hacer frente al desastre, informó este martes la agencia oficial de noticias siria SANA.

Los Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que opera en las áreas en manos de la oposición, alertó este martes de que “se está agotando el tiempo” y recordó que “cientos” de personas continúan atrapadas.

“Cada segundo puede salvar una vida, llamamos a todas las organizaciones humanitarias y organismos internacionales a que proporcionen apoyo material y ayuda”, urgieron los voluntarios en su cuenta de Twitter.

Ya antes de los seísmos, Siria sufría su peor crisis humanitaria desde el estallido de las revueltas contra Damasco en 2011 y el posterior inicio de la guerra, con el 90 % de la población sumida en la pobreza, desabastecimientos de productos básicos y millones de personas desplazadas.

“DOBLETE” DE TERREMOTOS, EL CASO QUE DESCONCIERTA A EXPERTOS

Los dos terremotos que sacudieron el sureste de Turquía y el norte de Siria este lunes podrían deberse a un “inusual” fenómeno sísmico conocido como “doblete” que provoca división entre los expertos.

Los especialistas no coinciden en la definición del mismo y tampoco en considerar que el primer temblor -de una magnitud de 7.8 grados y cerca de la ciudad de Gaziantep- y el segundo -de 7.5 grados y ya en el norte de Siria- guardan una relación en forma de lo que se conoce como “doblete”.

La profesora Suzan van der Lee, experta en sismología y docente en la Universidad de Northwestern (Illinois, EE.UU.), explicó a EFE que este es el término adecuado para referirse a “un par de terremotos de magnitud comparable que se producen muy cerca en el espacio y en el tiempo”.

Un concepto que la propia Van der Lee aplica a la situación experimentada en Turquía y Siria, y que ella misma cataloga de “relativamente inusual”.

Esta interpretación también es seguida por otros sismólogos del ámbito internacional, como Stephen Sicks (University College de Londres), quienes han llegado a clasificar esta concatenación de temblores como un hecho “sin precedentes”.

Para Hector Gonzalez-Huizar -miembro de Temblor, una organización estadounidense dedicada a la evaluación de riesgos sísmicos-, el significado de “doblete” responde a aquellos casos en los que ocurre un segundo terremoto en una misma falla después de un corto período de tiempo; o cuando sucede un sismo inmediatamente después en prácticamente el mismo punto.

“Esto no lo consideraría un doblete, sino una réplica del primero. Digo esto porque sus epicentros estaban separados por unos 100 kilómetros y el segundo terremoto se produjo unas nueve horas después”, detalló Gonzalez-Huizar a EFE.

Foto: BBC

Turquía y Siria se ubican en una región muy activa sísmicamente en la que la gran placa tectónica de Arabia converge en su desplazamiento hacia el norte con la de Anatolia, que se mueve lateralmente en dirección oeste hacia el Mar Egeo (placa euroasiática).

González Huizar, actualmente también jefe de sección en el Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (México), aprovechó este punto para argumentar que los dos sismos “no se produjeron en la misma falla” sino que “pertenecen al sistema que engloba la falla de Anatolia del este”.

Una hipótesis que fue reforzada por el hecho de que existió una “gran diferencia” en cuanto a la energía liberada, a pesar de que esos 0,3 grados en la escala Richter “puedan parecer lo contrario”.

“Existe alrededor de un 6 % de posibilidades de que se produzcan réplicas a terremotos de gran magnitud. Eso revelan los estudios que se han hecho en lugares como California (EE.UU.), donde las placas también se desplazan de forma horizontal”, añadió Gonzalez-Huizar.

Wendy Bohon, experta en terremotos y miembro de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, apuntó a EFE que, “aunque los sismólogos no coincidan” en definir los casos de Turquía y Siria como una secuencia sísmica progresiva (“doblete”) o como un sismo principal más réplica, ambos están relacionados.

Foto: GettyImages/BBC

“El primer temblor de 7.8 grados provocó cambios en la tensión de la corteza terrestre en esta frontera entre placas y esto influyó para que se originara el segundo con una magnitud de 7.5”, afirmó Bohon.

Algo que se habría producido al perder la falla gran parte de su relieve, debido a su “intensa actividad sísmica”, y que podría generar nuevos terremotos con “relativa facilidad”, según indicó Jonathan Stewart, sismólogo y profesor de la Universidad de California (UCLA), en declaraciones a EFE.

Siguiendo el análisis del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés), en lo que sí concuerdan los expertos consultados es en asegurar que se podría haber mitigado el impacto de los temblores si los sistemas de alerta sísmica hubieran sido más sofisticados y hubieran existido infraestructuras más sólidas.

LABORES DE RESCATE

Unas 50,000 personas, entre los que se cuentan soldados, participan en las labores de rescate, según Orhan Tatar, un alto cargo de la agencia nacional de emergencias, Afad, quien dijo que se han destinado 12.1 millones de euros (13.3 millones de dólares) en fondos urgentes para las diez provincias más afectadas.

Además, docenas de países han comenzado ya a enviar a cientos de rescatistas y expertos en búsqueda de supervivientes.

La vicepresidencia indicó que más de 380,000 víctimas de los sismos han sido alojadas en centros universitarios, refugios y residencias de estudiantes.

Las bajas temperaturas y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican las tareas de rescate.

Las autoridades locales han informado de cortes en el suministro de gas y electricidad en algunas zonas, y la empresa estatal de petróleo ha cortado el suministro de crudo hacia la región como “medida de precaución”.

Foto: GettyImages/BBC

En la provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor, y en otras partes de la vecina Alepo fuera del control de Damasco, se han contabilizado al menos 700 víctimas mortales y unos 2,000 heridos, según el grupo de rescatistas Cascos Blancos.

Estas zonas opositoras, fronterizas con Turquía, se encuentran más cerca del epicentro, por lo que hay menor capacidad de coordinar el recuento, al no haber una única autoridad gubernamental a cargo de las operaciones de rescate.

La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) recordó hoy que en estas áreas opositoras, “fuertemente” afectadas por el terremoto, residen 4.1 millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir, y que son en su mayoría mujeres y niños.

Ese organismo explicó que la comunicación con terreno es difícil debido a las interrupciones “crónicas” en los servicios telefónicos y de internet, a lo que se suman informaciones sobre supuestos cortes de carretera en el noroeste de Siria, además de en territorio turco.

El Ministerio de Exteriores sirio pidió a la ONU, ONG y organizaciones gubernamentales que “apoyen” los esfuerzos del Gobierno para hacer frente a la “catástrofe humanitaria”, según un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias, SANA.

Trece países de la Unión Europea (UE) ofrecieron este lunes equipos de búsqueda y rescate, informó la Comisión Europea, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, señaló que un total de 45 naciones han ofrecido ayuda.

En varias de las diez provincias turcas más afectadas, se han producido cortes de gas y electricidad, y en algunos embalses han aparecido grietas, aunque las autoridades afirman que no hay daños estructurales.

El primer gran terremoto se registró a la 4.17 horas (01.17 GMT) y tuvo una magnitud de 7,7, según el servicio de emergencias turco Afad, con epicentro en Pazarcik en la provincia turca de Kahramanmaras.

Posteriormente se produjeron hasta 145 temblores más, uno de ellos de magnitud 7.6 a las 10:24 GMT. “Debido a que continúan las labores de desescombro en muchos edificios de la zona del terremoto, no sabemos a cuánto ascenderá el número de muertos y heridos”, declaró Erdogan esta mañana El presidente declaró siete días de luto nacional en todo el país.

En la provincia de Kahramanmaras, una mujer de 18 años ha sido localizada con vida 12 horas después del temblor, y en Diyarbaki, un hombre fue rescatado tras 14 horas atrapado, informa la agencia Anadolu.

El sismo se sintió también con fuerza en el Líbano, incluida Beirut.

Uno de los símbolos de la enorme destrucción del sismo es el histórico castillo romano de Gaziantep, que llevaba en pie más de 1,700 años y que ha sido arrasado por el temblor.

También ha sufrido daños la ciudadela histórica de Alepo, en Siria, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Las autoridades turcas han anunciado el cierre de los colegios en las diez provincias más afectadas y también se han suspendido todas las competiciones deportivas.

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