Edith Thompson: la esposa que fue ejecutada por el asesinato de su marido que cometió su amante
Fue un caso que conmocionó la opinión pública en Londres en los primeros años de la posguerra y que a día de hoy todavía tiene repercusión.

El 9 de enero de 1923 Edith Thompson y su amante, Frederick Bywaters, fueron ejecutados por el asesinato del marido de ella, incluso aunque no hubiera ningún tipo de evidencia que demostrara que ella participó en el crimen.
Fue un caso que causó conmoción pública y que hoy, un siglo después, todavía tiene repercusión, como pudo comprobar el periodista de la BBC Tim Stokes.
Pero, ¿por qué Edith fue condenada? Esta es su historia.
Aquella helada mañana de un martes de enero, el verdugo y sus asistentes llegaron temprano a la celda en la que se encontraba Edith en la prisión de Holloway, en Londres.

Ella yacía desplomada, apenas consciente después de recibir durante días inyecciones de un potente sedante. Solo se le escuchó un gemido cuando llegó su verdugo.
“Vamos, todo acabará pronto”, le dijo uno de los hombres mientras era levantada por su cintura. Sus brazos y tobillos estaban atados cuando fue llevada a un cobertizo donde la esperaba la horca. En cuestión de segundos murió.
A poco más de medio kilómetro y al mismo tiempo, en la prisión de Pentonville, su amante de 20 años sufría la misma suerte.
Tres meses antes, Freddy Bywaters había apuñalado en repetidas ocasiones al esposo de Edith, Percy Thompson, cuando la pareja regresaba a su casa después de haber ido al teatro.
Freddy reconoció el ataque y siempre insistió en que su amante no supo en ningún momento de sus intenciones.

El crimen de ella fue simplemente ser una mujer atractiva, independiente, de clase obrera e infiel. Fue víctima, según un experto en el caso, de una sociedad intolerante con las mujeres que no obedecían los códigos morales de la época.
Así lo escribió el prolífico novelista y guionista Edgar Wallace: “Si alguna vez hubo en la historia de este país una mujer que fuera ahorcada por el simple prejuicio de un público desinformado, y sin la más mínima evidencia que justificará su ahorcamiento, esa mujer fue Edith Thompson”.
“Quería ser extraordinaria”
Edith Graydon fue una persona que quería una vida diferente a la de una trabajadora de clase obrera con la que se esperaba que se conformara.
Nacida en el este de Londres, en el suburbio de Manor Park el día de navidad de 1893, Edith fue la primera de cinco hermanos. Al ser la mayor, le tocó ayudar a su mamá a cuidar a su hermana y tres hermanos.
Una vez que completó el colegio, esta joven ambiciosa e inteligente fue al centro financiero y productivo de la capital británica a buscar trabajo, consiguiendo un puesto en el fabricante de sombreros al por mayor Carlton & Prior.